La mayoría de las empresas siempre buscan contar con personas motivadas dentro de sus equipos de trabajo, aquellos que desempeñan sus labores con entusiasmo y proactividad, son colaboradores que se involucran, se apasionan, salen de lo establecido y van siempre un paso más adelante, no porque se les “obligue” o se les explote, sino porque son felices y se sienten bien, haciendo bien su trabajo.
Por lo general, el empleado que recién se incorpora a una compañía suele tener este ímpetu, esas ganas de “hacer las cosas bien”, pero en el camino y por diversas razones, muchos terminan desmotivados desempeñándose en cargos que no los llenan y sin motivación no se retiene el talento, por eso muchos acaban marchándose cuándo quizás aún tenían por aportar a la organización.
Existe la costumbre de pensar que un buen sueldo mantiene contento a cualquier persona, y si bien es cierto que todos aspiramos a sueldos dignos que tengan coherencia con nuestra carga laboral, desempeño y experiencia, es un error pensar que esta es la única razón de nuestra permanencia y motivación para trabajar en una empresa.
Hay muchos otros beneficios que complementan el salario económico y que llegan a ser incluso más satisfactorios para los empleados, quienes en algunos casos prefieren, por ejemplo, un sueldo más ajustado por menos horas de trabajo y más tiempo para dedicar a su vida personal.
El “Salario emocional”, como se le llama a este tipo de características comprende todas aquellas retribuciones o compensaciones no económicas que un trabajador recibe por parte de la empresa, y que están vinculadas directamente a mejorar su bienestar y calidad de vida. Algunos ejemplos de ello:
- Horario flexible, orientado al cumplimiento de metas y no al cumplimiento de horario.
Home Office, si el empleado puede realizar el mismo trabajo que hace en la oficina desde casa ¿por qué no dejarlo?. - Día libre en cumpleaños, de todas maneras su mente posiblemente no estará del todo enfocada en temas de oficina ese día.
- Áreas de esparcimiento, gimnasios, salón de café, sala de juegos… sí, como lo lees, sala de juegos, jugar aumenta la creatividad y disminuye el estrés.
- Capacitaciones, en plena revolución laboral 4.0 capacitar a tus empleados es una de las mejores inversiones que podrás hacer.
- Oportunidades de crecimiento, reconoce el talento y el trabajo de quien lo merece, identifica y promueve el buen desempeño.
- Guarderías, cercanas o en el mismo lugar de la compañía, facilitarán el traslado y tranquilidad de tus empleados.
- Buen ambiente laboral.
- Ser parte de las decisiones de la empresa, no sólo le digas a tus empleados cuánto te importan, demuéstralo preguntando su opinión en los temas relevantes de la empresa.